Lunes 9 de junio
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros… (v. 26).
La escritura de hoy: Ezequiel 36:22-28
Hace unos años, después de intercambiar palabras acaloradas, Carolyn y yo resolvimos nuestro conflicto con compasión y amor la una por la otra. Confesé mi error, y ella oró por mí, aludiendo a Ezequiel 36:26: «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne». Sentí que Dios estaba realizando una especie de cirugía cardíaca espiritual en mí, quitando mis temores y amargura al rodearme de su amor.
A Dios le encanta que nos comprometamos con las Escrituras como hice yo entonces, pero es importante notar el contexto original del pasaje. Ezequiel hablaba en nombre de Dios al pueblo con la promesa de que lo limpiaría. ¿Por qué? «No lo hago por vosotros […], sino por causa de mi santo nombre» (v. 22). Dios purificaría a su pueblo para que todas las naciones lo reverenciaran y conocieran que Él es Dios.
Dios obra sus propósitos en nuestras vidas no solo para ayudarnos a crecer, sino también para que lo honremos. Así como les prometió a los israelitas un corazón y un espíritu nuevos, mediante la obra interior del Espíritu Santo, también transforma nuestros corazones fríos y endurecidos con los que reciben y comparten su amor y vida.
De: Amy Boucher Pye
Reflexiona y ora
¿Cómo has experimentado la «cirugía cardíaca» de Dios? ¿Cómo han notado otros los cambios que produjo en tu vida?
Dios, gracias por transformarme en un nuevo yo arraigado en ti. Derrama tu amor sobre mí hoy.
Martes 10 de junio
… el avisado mira bien sus pasos (v. 15).
La escritura de hoy: Proverbios 14:7-8, 14-15
Ezdan, médico de un pequeño pueblo, abrigaba un gran sueño para su hija Eleanor, que tenía síndrome de Down. Esperaba abrir una empresa para proveer trabajo pago para ella en el futuro. «Atemorizado» por lograr su sueño, tomó un curso en línea sobre cómo empezar una empresa. Luego, con su esposa, abrieron una panadería familiar, y está progresando. «Se ha convertido en una verdadera empresa, con personal», dijo Ezdan. Eleanor, ya adulta, trabaja en la caja y se conecta con clientes en línea. «Todos en el pueblo la conocen», dice él. Su salto de fe al planear para el futuro de su hija refleja su decisión de ser prudente.
La prudencia es un componente de la sabiduría que Dios dispone tener para nuestros planes presentes y futuros. «La ciencia del prudente está en entender su camino», dice Proverbios 14:8, «mas la indiscreción de los necios es engaño». En lugar de preocuparse por el futuro, o no hacer nada al respecto, los prudentes piden sabiduría a Dios para planificar.
Prudencia viene del latín, prudentia, que significa «previsión». «El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos» (v. 15 lbla). Previendo lo que podría pasar, trabaja sensatamente para construir una red de seguridad.
Con una fe clara, vivamos prudentemente al mismo paso que Dios.
De: Patricia Raybon
Reflexiona y ora
¿Qué te ha mostrado Dios sobre cómo planear de un modo que lo honre? Por la fe, ¿cómo estás planeando prudentemente para un futuro sabio?
Padre, gracias por inspirarme a planear con prudencia.
Miércoles 11 de junio
… siempre procuramos agradar a Dios (v. 9 rvc).
La escritura de hoy: 2 Corintios 5:1-10
Betty está preparada. Comenzó a seguir a Jesús de adolescente y siempre ha aprovechado oportunidades para servirle y agradarle. Asiste a estudios bíblicos, servicios en la iglesia y reuniones de oración. Ha enseñado, visitado campos misioneros, trabajado en la guardería, servido junto a la esposa del pastor, y le encanta estar con el pueblo de Dios. Lo asombroso es que tiene 102 años y sigue estando lista para hacer lo que le agrade a Dios. Es una inspiración para muchos que quizá a veces no tienen ganas de reunirse con otros creyentes. Ahora Betty dice que está ansiosa por llegar al cielo para estar con su Salvador: «¡Estoy lista para ver a Jesús! Lo amo tanto».
El apóstol Pablo dijo que preferiría estar ausente del cuerpo y presente con el Señor ( 2 Corintios 5:8). Pero sabía que Dios tenía una obra para que él hiciera, alentando a creyentes en muchas iglesias ( Filipenses 1:23-24). Por eso, seguía sirviendo y viviendo «por fe» y «no por vista» ( 2 Corintios 5:7); preparado y sirviendo bajo la dirección de Dios.
Cualquiera que sea nuestra edad o etapa de la vida, pidamos a Dios que nos ayude a hacer que la meta de nuestro corazón sea agradar a Cristo (v. 9) y estar preparados. Betty está lista. Y si algún día no lo está, es porque ya está viendo a Jesús cara a cara.
De: Anne Cetas
Reflexiona y ora
¿Cómo puedes responder al llamamiento de Dios al servicio? ¿Cómo puedes estar más preparado para cuando te llame a ir al cielo?
Dios, quiero agradarte en lo que desees.
Jueves 12 de junio
No se olviden de hacer bien ni de la ayuda mutua… (v. 16 rvc).
La escritura de hoy: Hebreos 13:15-21
Cuando la estrella del fútbol Sadio Mané, de Senegal, jugaba para el Liverpool en la liga inglesa, era uno de los jugadores africanos mejor pagos del mundo, recibiendo millones de dólares por año. Los aficionados detectaron una foto de Mané con un iPhone con la pantalla rota, y bromeaban sobre él por usar un aparato dañado. Su respuesta fue tranquila: «¿Por qué querría tener diez Ferraris, veinte relojes de diamante y dos aviones? Tuve hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui a la escuela. Ahora puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida y ropa a los pobres. [Dar] algo de lo que la vida me ha dado».
Mané sabía lo egoísta que sería acumular toda su prosperidad cuando en su país luchaban bajo condiciones devastadoras. Hebreos nos recuerda que esta manera generosa de vivir es para todos, no solo para los ricos. «Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios», dice el escritor (13:16). Cultivar un corazón generoso no es solo lo correcto, sino que la Escritura dice que la generosidad también hace sonreír a Dios. ¿Quién no quiere agradar a Dios?
No se trata de cuánto damos, sino de la condición del corazón. Algo que podemos hacer para agradar a Dios (v. 21) es abrir las manos y compartir lo que tenemos.
De: Winn Collier
Reflexiona y ora
¿Cómo has mostrado generosidad? ¿Qué te ayuda a cultivar un corazón generoso?
Dios, ayúdame a ser generoso.
Viernes 13 de junio
… vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes… (vv. 8-9).
La escritura de hoy: 1 Pedro 5:6-11
Hace unos años, mientras iba caminando para tomar el tren para ir a trabajar, vi a una mujer con un perro de mirada feroz que se me acercaba. Crecí rodeada de perros mascotas, así que no suelo asustarme de esos amigos peludos, pero este lucía amenazante. Cuando se acercó, me ladró. Traté de reírme, pero luego se lanzó hacia mí, así que grité. Gracias a Dios, no pudo lastimarme porque no me alcanzó. Su dueña lo sostuvo de la correa con firmeza.
Ese encuentro atemorizante me recordó que, como creyentes en Jesús, Satanás también está «con correa», pero esperando atacar si le damos la oportunidad. El apóstol Pedro nos advierte: «vuestro adversario el diablo […] anda alrededor buscando a quien devorar» ( 1 Pedro 5:8). Gruñe, muestra los dientes y se lanza hacia nosotros para tratar de asustarnos, intimidarnos y paralizarnos de miedo, pero podemos estar firmes en nuestra fe y resistirlo (v. 9).
Cuando sientas que el enemigo te provoca o te tienta, recuerda: no es rival para Jesús. Podemos clamar al Señor y Él nos ayudará; Él te «perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá» (v. 10).
Cuando somos atacados, podemos elegir la fe en lugar del temor, porque Jesús siempre está con nosotros.
De: Nancy Gavilanes
Reflexiona y ora
¿Cómo reaccionas cuando sientes que el enemigo te provoca o te tienta? ¿Cómo puedes enfocarte en Cristo durante las batallas espirituales?
Jesús, gracias por estar siempre presente conmigo aun durante las pruebas más difíciles.
Sábado 14 de junio
… habéis recibido el espíritu de adopción… (v. 15).
La escritura de hoy: Romanos 8:14-17
Esteban tomó su sierra y salió hacia el bosque. En ese momento, oyó a Augusto, de cinco años: «¡Espera, papá! ¡Quiero ir!». Con su sierra de juguete, guantes de trabajo y orejeras, siguió a su papá. Esteban le puso un par de troncos a una distancia segura. A los diez minutos, Augusto estaba agotado. ¡Cortar troncos con una sierra de juguete era trabajo duro! Pero estaba contento de «ayudar» a su papá, y su papá estaba encantado de pasar tiempo con su hijo.
¿No pasa así con nuestro Padre celestial? Suponemos que estamos ayudando. «¡Espera, Papá! ¡Necesito mi sierra!». Pero nuestra sierra es lo que menos importa. No estamos ayudando tanto como creemos. A Dios le interesa más la primera parte: «¡Espera, Papá!». Él no necesita nuestra producción.
Si aceptaste a Jesús como tu Salvador, Dios te ha adoptado en su familia y te ha dado su Espíritu. «Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción» ( Romanos 8:15). No eres un siervo que se gana su lugar por el trabajo arduo; eres un hijo a quien el Padre ama. «Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios» ( 1 Juan 3:1).
Nuestro Padre celestial se deleita cuando le servimos. Pero Él no nos necesita; simplemente nos quiere.
De: Mike Wittmer
Reflexiona y ora
¿Qué piensas que quiere Dios de ti? ¿Cómo pasarás tiempo con Él hoy?
Padre, gracias por adoptarme.
Domingo 15 de junio
Cantad loores, oh cielos, porque el Señor lo hizo […] el Señor redimió a Jacob… (v. 23).
La escritura de hoy: Isaías 44:21-25
La situación parecía perdida para Jem, la hija de Amy y Alan. Nacida con trisomía 18, se esperaba que muriera pocos días o semanas después. «No tiene sentido tratarla», dijo fríamente el médico. Pero la madre respondió: «Tengo sueños más grandes para ella». Llevaron a Jem a casa y la amaron. Y oraron.
Seis años después, Jem necesitaba una cirugía para remover un tumor. Entonces, el mismo doctor entró y dijo: «Sé lo que están pensando, pero les pido que me den una segunda oportunidad para redimirme». Reconoció que se había equivocado. Amy y Adam podrían haber dicho que no, pero conocían el poder del perdón de Dios.
Los profetas del Antiguo Testamento solían llevar mensajes de juicio de parte de Dios. Pero entretejido en ellos está el tema irreprimible del amor, el perdón y la redención divinos. Isaías señaló los pecados de Judá (44:6-20), pero de repente cambió el foco. Transmitió las palabras de Dios: «vuélvete a mí, porque yo te redimí» (v. 22). El carácter de Dios no le permitiría abandonar a su pueblo: «Yo te formé, […] no te olvidaré » (v. 21 nvi). La conclusión: «Cantad loores, oh cielos, porque el Señor lo hizo; […] el Señor redimió a Jacob» (v. 23).
Cuando operaron a Jem no encontraron ningún tumor. «¡Un milagro», dijo el médico. El poder de la oración y de nuestro Dios redentor.
De: Tim Gustafson
Reflexiona y ora
¿Qué casos «perdidos» conoces? ¿Cómo has visto obrar la redención de Dios en tu vida?
Padre, gracias por ser el Dios que me pide volver a ti.